Prison Break español (segunda temporada)

jueves, 17 de abril de 2008

EL INTERNO ESTÁ EN PARADERO DESCONOCIDO
El preso al que un funcionario le practicó una felación incumple un permiso carcelario
El recluso disfrutaba de un permiso de fin de semana y no regresó al centro
El interno debería haber vuelto al recinto la tarde del pasado lunes

LORENZO MARINA
PALMA.- El preso decidió prolongar más allá su fin de semana y no volver más a prisión. J. L. S. E., de nacionalidad colombiana, cumplía condena de nueve años por tráfico de drogas. Hace un par de meses, una funcionaria le vio salir de los baños femeninos de la cárcel. El recluso confesó que otro funcionario le acababa de practicar una felación en los aseos.
El interno debía haber regresado a la prisión palmesana el pasado lunes. Transcurridas 24 horas, los funcionarios de la cárcel constataron que el recluso se había fugado. Su fotografía fue remitida a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil para que lo devolvieran al centro.
El presunto abuso sexual del funcionario de la prisión de Palma ocurrió el pasado 15 de febrero, en el módulo de comunicaciones del recinto penitenciario. Al parecer, el funcionario de prisiones M. F. L., de 33 años, convenció al interno para que le acompañara al baño. Una vez allí, le practicó sexo oral al recluso.
Una funcionaria que intentó acceder al baño se percató de que algo extraño ocurría. Después de interrogar al interno, éste le confesó que M.F.L. le acababa de practicar una felación.
La funcionaria elevó un informe y relató lo sucedido. Se dio la circunstancia de que dos inspectores de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias se encontraban en el recinto. Se habían trasladado a la cárcel palmesana para investigar un presunto caso de malos tratos.
A continuación, los inspectores interrogaron a los tres implicados: el funcionario, el recluso y la funcionaria que había presentado dicho informe. Los inspectores abrieron un expediente disciplinario al funcionario y como medida cautelar le suspendieron de empleo.
A pesar de que hubiera podido mediar consentimiento entre el funcionario y el recluso para practicarle sexo oral en el recinto, los hechos pudieran ser constitutivos de delito de abusos sexuales con el agravante de superioridad. Mientras se resuelve el expediente, el interno se encuentra en paradero desconocido.

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